FOTÓGRAFOS IBEROAMERICANOS + FOTÓGRAFOS DE ARQUITECTURA

Apertura oficial: Martes 08 de octubre a las 13:30 horas

En el marco de la XI Bienal de Arquitectura y Urbanismo, las salas Goya del Centro Cultural Juan de Salazar albergan las exposiciones Fotógrafos Iberoamericanos y Fotógrafos de Arquitectura.

Fotógrafos iberoamericanos

Fiel al espíritu de la XI Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, Fotógrafos Iberoamericanos muestra, a través de ocho miradas muy personales, la forma en que se habita Iberoamérica, cómo se vive y se convive con los espacios en un territorio en formación, latiendo, mestizo e imperfecto.

El tratamiento escultórico del espacio y la luz en las propuestas de Aitor Ortiz o Philip Blanc, las imágenes casi oníricas, desdibujadas, veladas de Vari Caramés, la fuerza brutal de los rostros que nos acercan a la Cuba profunda a través del ojo del antiguo fotorreportero y párroco Valentín Sanz, o al alma de Paraguay en el trabajo de Juana Barreto; la aproximación casi cinematográfica de Javier Medina a la ciudad, la puesta en valor de la ruina en las propuestas de Chino Arcos y los fragmentos urbanos de Carlos Bittar, que nos permiten tomarle el pulso a la ciudad de Asunción, percibir su ritmo de vida, el de sus gentes… Todos ellos son partes de un mismo todo, aspectos de una misma realidad, la vida en esta vasta región. 20 millones de km2 que a veces son tan pocos.

Fotógrafos de arquitectura

Narrar la arquitectura desde la imagen.

Construir la narrativa de la arquitectura es una labor poética en la obra de Federico Cairoli y Leonardo Finotti. Sus miradas van más allá del objeto arquitectónico, para capturar también el tiempo y espacio en el que están presentes las obras y su contenido.

La mirada del sur al sur, es una doble puesta en valor:

Por un lado, una piedra angular para la arquitectura sudamericana en el mundo. La fotografía como parte de la documentación arquitectónica latinoamericana contemporánea es un puente para la visibilización y reivindicación de la misma.

Y por otro, impulsada por las plataformas digitales, convoca a un público que excede el ámbito puramente arquitectónico. Salva la brecha de lo que podría ser una obra sólo para entendidos, apelando a un lenguaje universal: la emoción.

Hemos viajado a los distintos paisajes visuales dibujados por sus miradas, y esa generosa convocatoria nos hizo testigos de un proceso que nos sigue deslumbrando.