Reactivando Videografías

Reactivando Videografías es un proyecto de la Red de Centros Culturales de la Cooperación Española generado desde la Real Academia de España en Roma, con el objeto de visibilizar una selección de trabajos audiovisuales de más de setenta artistas. Procedentes de países de Latinoamérica, España, Italia y Guinea Ecuatorial, esta iniciativa se compone de un formato virtual y otro físico-expositivo, así como de ciclos de reflexión teórica.

El portal en Internet de Reactivando Videografías alberga un archivo de esta recopilación y es accesible en www.reactivandovideografias.com La creación de la exposición en Asunción del Paraguay, la primera institución de la Red en realizarla, toma como eje la exploración temática de la región del Chaco; y entre otros intereses, la reactivación de la escena local del medio video así como la generación de sinergías regionales e internacionales que propone esta compilación.

Reactivando Videografías es una idea y proyecto de la artista y curadora española Estíbaliz Sádaba, desplegando una extensa cartografía habitada por una pluralidad de voces, formas de trabajo y formatos. La muestra en Paraguay se detiene en el envío de sus tres artistas, Paz Encina, Alejandra Mastro y Joaquín Sánchez, con formatos destacados de video-instalación. El Centro Cultural de España ha elegido al curador Fernando Moure, ya en el año 2020, para encarar este proyecto.

Desde este envío, nos anima hacer frente al pesimismo ambiental que nos toca en el presente, apelando a las consecuencias del impacto del cambio climático, provocado aceleradamente en el Chaco y en Sudamérica. La intención de abordar este territorio en términos críticos, o en dar cuenta de la eco-ansiedad ante la destrucción de su paisaje natural y humano es evidente; de esta forma el envío desde Paraguay confronta e interpela el presente y devenir de este territorio tan cercano y tan lejano en comprensión.

Chaco Boreal: Trayectos de video

Nuestro envío de obras de videoarte para el proyecto Reactivando Videografías (desde Roma), recorre un panorama tanto físico como humano de la región del Gran Chaco, desde las piezas de los artistas Paz Encina, Alejandra Mastro y Joaquín Sánchez. Titulada Chaco Boreal, trayectos de video, la selección escenifica paisajes expandidos, al cúal se adhiere un retrato, a la manera de tres fábulas poseedoras de una agenda poética y crítica.

Desplegando una trama de temas vinculados a la memoria, la identidad y el medio ambiente, este corpus audiovisual pretende iluminar, brindar destellos de sentido ante la transformación que sufren el paisaje, la vida y la cultura chaqueñas. Poéticas y políticas de la memoria se suman a esta agenda desde el Gran Chaco Americano que señala ausencias, e indica el ecocidio de la flora y fauna, la tierra y el agua, o el etnocidio de sus pueblos ancestrales.

La videografía se activa con el ensayo de Paz Encina nominada Río Paraguay (2º Movimiento) que se detiene en un paisaje real y representado a lo largo de un siglo; del retrato performativo de una mujer Guaraní en la pieza Kambuchi (Tentayape) creada por Joaquín Sanchez; o bien sugiere la destruccion ecológica desde estrategias plasticistas encarada por Alejandra Mastro en el video La herida del horizonte.

La enorme planicie del Gran Chaco, forma en su zona norte, septentrional o boreal, un triángulo imaginario cuya base es el río Paraguay, hasta cerrarse en las Yungas tropicales de la cordillera de los Andes en su vértice occidental. El Chaco Boreal, un espacio interior en el centro de América del Sur, marginal en la geopolítica regional y mundial, es entrevisto y oído por nuestros artistas como un lienzo en carne viva, vulnerable y frágil.

Como exploración temática en Chaco Boreal, trayectos de Video, la curaduría de Moure subraya la imaginación crítica dentro del territorio geográfico y cultural común de dos países contiguos. En este sentido, nuestra selección cuenta con dos trabajos hechos desde el Paraguay (Encina, Mastro) y otro desde la correspondencia regional boliviana (Sánchez).

Con este envío desde el Chaco antes que desde Paraguay, la noción de fronteras políticas no son relevantes en esta exposición, reactivando el poder expresivo del video como alegato poético, ambiental, humano y ante todo, de integración cultural. Impregnadas de la memoria de sus ríos, últimos bosques y pueblos originarios, las tres piezas surcan el firmamento oscurecido del Chaco Boreal, animando una imaginería sinestésica desde la que poder levantar, como la primera aurora del día, un testimonio resiliente y portador de energía.